viernes, 1 de junio de 2012

Punto y seguido

Lo de anoche fue claramente un muro atravesado, una invitación a otro nivel, una muestra de a lo que podemos aspirar. Todo mi año se resumió en aquellas 15 canciones, letra por letra, todas encerraban miles de historias, Copenhague, cómo no, se llevó la palma. Fue comenzar esta canción, y la gente no la reconocía, estaba muy cambiada, pero ese acorde de fa sostenido menor me lanzó a coger el móvil, por lo que podía venir, estaba preparado. Con las manos temblando, y un sol sostenido despuntando, marqué el móvil de la persona más importante que me queda y haya conocido recientemente. Porque sí, el tiempo ha dejado a los cobardes, a los no humanos, fuera de juego, con sus castigos, no merecidos, pero al cabo menos injustos que si hubieran recaído sobre otros. Y sí, mientras todos empezaban a corear, veía entre mis manos una pantalla en negro. No descolgaba el móvil, así que decidí disfrutarla, y llorar como un niño.
.http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=dNls7coK0no

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