viernes, 17 de diciembre de 2010

Airport

Allí, después de haber pasado todos los controles necesarios para poder entrar en la zona de embarque, corría desesperado, separado del grupo hacia la puerta 1C en su busca. No me preguntes cómo llegué hasta tal situación, pues sería imposible explicarlo con palabras Ya sé que me había despedido de ellas hacía tres horas, pero no podía soportar la idea de que estaban en el mismo sitio, en el aeropuerto, y que tenía que quedarme pegado al resto, renunciando a volver a verlas.
Corrí, y corrí, en cinco minutos despegaba su avión. 1A, AB, un cartel indicaba que la puerta 1C estaba al final del pasillo. Qué casualidad, por esa misma puerta embarqué el año pasado. El pasillo estaba vacío, y al fondo se podía ver una enorme sala de espera. Sin embargo, estaba vacía, tan vacía como mis esperanzas, que en ese momento se hundía, hacie lo más profundo depozo sin fondo.
  No recuerdo un momento tan triste en mi vidacomo cuando me dí la vuelta, vi que me estaban buscando, y tras unirme al grupo, cargado de impotencia, sólamente pude ver a través de las empañadas ventanas del aeropuerto, como una parte de mí desaparecía tras el horizonte.

1 comentario:

  1. Desgraciadamente entiendo ese dolor y esa impotencia.
    A pesar de todo, te haces grande a base de ese tipo de experiencias.

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